Hoy
en día, se vive de manera vertiginosa: con continuas prisas, pendientes del
reloj y los horarios, realizando numerosas actividades al ritmo de una
acelerada dinámica familiar y laboral, con un exceso de información al alcance
de todo el mundo que a menudo nos incita el consumo irresponsable, rodeados de
nuevas tecnologías que nos facilitan algunas tareas, pero también nos crean una
dependencia ...
Todo
esto nos hace vivir de manera estresante, tanto los adultos como los niños. Es
difícil encontrar espacios y momentos para la tranquilidad, el silencio, la
reflexión, el autoconocimiento, la soledad y la paz interior.
Viendo
y viviendo esta situación, Andy Puddicombe, nos plantea la siguiente pregunta:
¿Cuándo fue la última vez que hicieron absolutamente nada por 10 minutos
completos? Sin enviar mensajes de texto, hablar o pensar siquiera?
Este experto en atención plena describe el poder transformador de hacer precisamente eso: refrescar la mente durante 10 minutos al día, simplemente estando consciente y viviendo el momento presente. (Sin necesidad de incienso ni sentarse en posiciones extrañas.) Les invito a ver este video de Andy Puddicombe: “Basta con 10 minutos de conciencia”.
Qué es la atención plena o Mindfulness?
La
atención plena o Mindfulness, es una práctica que se está integrando en la
Medicina y la Psicología occidental. Es una técnica estudiada y validada
científicamente que sirve para reducir el malestar psicológico y avanzar hacia
una vida más plena. Aunque el boom del Mindfulness es bastante reciente, las
bases filosóficas de la técnica se remontan a hace más de 2.500 años, y está
constituida bajo la esencia fundamental de las prácticas budistas.
El
Mindfulness o atención plena, significa prestar atención de manera consciente
al momento presente, con la curiosidad de un científico, sin juzgar nada de lo
que nos rodea ni de lo que sentimos. Esta atención plena puede ayudarnos a
recuperar nuestro equilibrio, desconectar de nuestra mente, y coger de nuevo
las riendas de nuestra vida.
Esta
técnica nos ayuda a conectar con aquello más esencial que teníamos olvidado, la
conciencia del momento presente, el vivir aquí y ahora con toda su plenitud.
Nos ayuda a desconectar del pasado (fuente de nuestras tristezas) y del futuro
(principal productor de ansiedad), aprendiendo a responder de forma consciente
y orientada a las demandas del presente en lugar de simplemente reaccionar de
forma inconsciente.
Con
la practica constante de esta técnica seremos capaces de aprender a reconocer y
justificar nuestros hábitos poco saludables; ser más consciente de la
interacción entre nuestra mente y nuestro cuerpo, descubriendo que muchas
veces, el estrés lo creamos nosotros mismos; ser capaz de parar, observar, y
encontrar una solución adecuada a nuestros problemas y mejorar nuestra
capacidad de concentración y memoria.
Os
invito a que experimentéis en primera persona los beneficios de esta técnica milenaria que tanta sabiduría ha hecho florecer en nuestras mentes inquietas.
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